Aumenta pobreza en Latinoamérica y llega a niveles no vistos en casi 30 años
En la primera década del siglo XXI, la pobreza en América Latina descendía, pero esto cambió con el comienzo de la pandemia. En Chile, por ejemplo, el Banco Mundial proyectó que la pobreza aumentará al 10,5% para este 2022. Por otro lado, según un informe de la Cepal, presentado el pasado junio, los países de la región se encuentran ante una desaceleración del crecimiento económico, una mayor presión inflacionaria y una recuperación lenta e incompleta de los mercados laborales de las repercusiones de la pandemia del Covid-19. En consecuencia, aumentarán los niveles de pobreza y la inseguridad alimentaria, según el organismo.
Gobierno aprueba alto mando de la Armada y pasa a retiro a Vicealmirante que sostuvo que los violadores de DDHH “habían cumplido cabalmente con su deber”
Este martes 18 se informó la aprobación por parte del Presidente Boric de la composición del nuevo Alto Mando Naval, presentado por la ministra de Defensa, Maya Fernández. Entre los altos oficiales que pasan a retiro está Ramiro Navajas Santini, quien sostuvo que los marinos que se encuentran presos en Punta Peuco por delitos de lesa humanidad “habían cumplido cabalmente con su deber”, comunicación que fue conocida tras al hackeo al Comando Conjunto. En lo que queda de la semana se espera salgan los altos mandos del resto de las Fuerzas Armadas, tema que en la actual contingencia no es irrelevante, ya que todo indica que el gobierno seguirá necesitando de las instituciones castrenses para apoyar a las policías en el manejo de la seguridad interior, en algunos lugares del país.
Pymes de Calle Condell en Valparaíso, la más vandalizada del país, no han recibido ayuda a tres años del estallido
El director de la Multigremial de Valparaíso, Héctor Arancibia, estima que entre un 10 y un 15% de los comercios de la ciudad ha recibido dinero de fondos concursables del Gobierno, pero «en el barrio comercial más afectado de todo Chile, el de calle Condell, no se recibió esta ayuda». A tres años del estallido social, «las ayudas que tenían que haber llegado a todos estos sectores no llegó», afirma el líder gremial, apuntando a la alta cantidad de documentos para postular a los fondos, algo que juega en contra de la mayoría de los comerciantes de una de las «zonas cero» del país más afectada en el contexto de las manifestaciones que iniciaron el 18 de octubre de 2019.
Presidente Boric emplaza a la política a dar «respuesta» al estallido social: «Fue expresión de dolores y fracturas de nuestra sociedad»
A tres años del estallido social -ocurrido el 18 de octubre del año 2019- el Presidente Gabriel Boric le habló a la ciudadanía desde el Palacio de La Moneda, realizando un análisis de las causas y los aprendizajes que dejó a los chilenos, además de condenar las violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes del Estado. También respaldó la labor de Carabineros para resguardar el orden público, hizo un llamado a no validar la violencia y reafirmó su compromiso con impulsar reformas para responder a las urgencias sociales. “Ya es tiempo de que salgamos de nuestra zona de confort para interpretar los que allí pasó, las lecciones que debemos sacar de este proceso y actuar. El estallido no fue una revolución anticapitalista y tampoco, como han querido instalar en los últimos días, una pura ola de delincuencia», dijo.
Carlos Ruiz, mentor del FA, y el aniversario del estallido: “Pasamos del ‘no lo vimos venir a aquí no ha pasado nada’ y eso es jugar con fuego»
El sociólogo, doctor en Estudios Latinoamericanos, no reniega de ser el inspirador-ideólogo de los movimientos de izquierda de la última década, incluido el Frente Amplio. Hoy, siente que han abandonado el lugar de donde salieron, siendo esto una de las causas de la anomia, de la desarticulación, por ejemplo, de los movimientos estudiantiles. «Para ellos (los exdirigentes que hoy están en el poder) que vienen de ahí, con todo el aprecio que les tengo, con todo lo próximo que soy, pero también debo ser crítico… ¿Qué ha cambiado? No ha cambiado nada». El juicio también se extiende a La Moneda, donde Ruiz sentencia que las transformaciones estructurales del programa gubernamental no se van a dar, porque este –sostiene– no es el Gobierno del FA, ni siquiera de Apruebo Dignidad. «¿El programa de quién? Este Gobierno no tiene nombre, no tiene coalición, entonces no tiene programa», señala. En cuanto a las causas de la revuelta de octubre de 2019, advierte un riesgo latente: “Pasamos del ‘no lo vimos venir a aquí no ha pasado nada’ y eso es peligrosísimo, es jugar con fuego, porque las causas de la crisis social no se han resuelto».
No fueron 30 pesos, fueron 30 personas
No fueron 30 años ni 30 pesos, sino que son apenas 30 personas. No hago distinciones entre las 30 personas de la derecha y las 30 de la izquierda, además de las 30 que denuestan a ambos, situándose afuera como si fueran los “buenos”. Cuando pasan dos décadas con tres alternancias en el poder, no es posible identificar con mayor responsabilidad a un grupo u otro. La derecha ha tenido la cancha pavimentada para mantener el statu quo, la oposición a Piñera se equivocó, el diseño de la Nueva Constitución se equivocó, los cambios propuestos por los gobiernos de izquierda fueron lentos y demasiado tímidos. Este Gobierno ha sido ingenuo políticamente, desconociendo la magnitud de la crisis. ¿Y cómo sabemos que se equivocaron? Muy simple: aún no logramos empezar a salir de la crisis, sino más bien seguimos profundizando.
El día en que matamos a Allende
¿Nada cambió después del estallido? Sí, todo cambio, pero casi nada realmente mejoró. O sí, quizás, se pudo poner nombres a cierto malestar que algunos se empeñaban en negar hasta la mañana de ese día larguísimo en que nadie volvió del todo a la casa de la que se fue en la mañana. Eso es quizás lo que aprendimos, los países también viajan y Chile pasó de ser Chile a ser otra cosa sin dejar de ser Chile. Se acabó el miedo y eso es bueno; se acabó el temor y eso es absurdo. Una vez más aprendimos lo que Allende siempre supo: que en las orgías de la izquierda la que más goza es la derecha.
La Crisis del Bicentenario y el 18 de octubre
Ni con las abstracciones de un economicismo neoliberal de derecha, ni con las abstracciones de un moralismo académico de izquierda, es posible comprender adecuadamente la situación concreta, popular y telúrica: esa multiplicidad a la vez singular de cada individuo y concreta, de ellos en sus barrios y campos reales. Ni con esas abstracciones ni con el romanticismo de “think tanks” pagados secretamente por empresarios y añorante de la Concertación agotada, logrará el país salir de la crisis. A esta altura, podemos percatarnos de la dificultad del problema, de lo poco que, probablemente, serán los tres años que se cumplen desde el 18 de octubre de 2019, comparados con los años que nos costará salir de la Crisis del Bicentenario.
18-O: la batalla por reinterpretar la revuelta
A la divergencia sobre las causas del 18-O se suma la discusión sobre las causas y consecuencias de la violencia que azotó al país por aquellos días. Unos suben imágenes a las redes sociales de la violencia policial y destacan la violación a los derechos humanos cometida por Carabineros. Otros enfatizan la violencia social desatada en los días posteriores al 18-O y reclaman que las autoridades actuales deben pedir perdón a la institución policial. Ninguno cede en sus interpretaciones y se aferra a sus creencias. Son pocos los dispuestos a aceptar que así como hubo excesos y violación a los derechos humanos de parte de Carabineros, también existió una violencia social que afectó profundamente la convivencia pública y ciudadana. Ambas dimensiones son parte de la escena actual y nos acompañarán seguramente por bastante tiempo.
Personalismos, «cultura gremial» y captura política: las razones detrás del ocaso de la FECH y la Confech
Ausentes del debate constitucional, irrelevantes en el estallido social y en la pandemia, los estudiantes de las universidades chilenas parecen enteramente desconectados de los grandes problemas que aquejan a la población. La misma Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) –motor de la Confech y del movimiento universitario en los años dorados de la década pasada– ostenta un cuadro de crisis que obligó a convocar a un congreso integrado por 40 estudiantes, a efectos de «refundar» la organización. Esto, debido al desinterés de la comunidad universitaria por participar en ese espacio de discusión. Mientras se intenta redactar un nuevo estatuto para tener una nueva directiva en el futuro, tanto dirigentes estudiantiles como conocedores del movimiento universitario y analistas, hacen referencia a dos fenómenos que explican el marcado declive del poder del movimiento que alguna vez puso de rodillas al primer Gobierno de Sebastián Piñera y que fue capaz de catapultar a sus líderes a la cumbre del poder político: la institucionalización de sus cuadros y esa cultura propia de un grupo de interés que se marginó del debate político apenas consiguió su objetivo, como fue la gratuidad universitaria.