El exceso de demanda (o brecha ingreso/producto) que calcula el Banco Central está con frecuencia sobredimensionado, lo que funda su política de ajuste de la demanda de manera equivocada. La producción agrícola, pesquera, minera y energética es la de oferta más rígida en el corto plazo, pero ocurre que sus precios poco tienen que ver con la demanda interna en una economía tan integrada internacionalmente como la chilena. Además, en todos los mencionados sectores el nivel de producción del segundo trimestre de 2022 es inferior al de períodos previos. A su vez, en materia de servicios los niveles de prestaciones están hoy por debajo de los niveles previos, salvo las comunicaciones, servicios personales y administración pública, que no tienen mayores rigidices de expansión de su oferta en el corto plazo.