El ministro también rechazó la idea de una historia oficial. «Las historias nunca son oficiales. La historia se acerca, se aleja, tiene distintas explicaciones… Lo que nosotros queremos es iluminar un camino durante el año en que se conmemora el hecho más doloroso que ha vivido este país en el ámbito político y social». Y recordó su historia personal: «Nunca he dejado mi historia de lado. Ni cuando estuve en la televisión ni cuando hice música. Tampoco ahora. Mi papá estuvo unos días en la isla Quiriquina (que fue un campo de detención en la dictadura). Tengo una hermana que fue exiliada. Son recuerdos que tengo muy presentes. Pero eso no impide hacer una contribución para que este país sea capaz de conmemorar y de proyectarse de una manera más madura», aseguró.