El nuevo escenario constitucional, en esta búsqueda de un dispositivo redactor de un nuevo texto, que se espera en participación ciudadana y política, dado el mandato del acuerdo del 15 de noviembre del 2019, encuentra en estos aspectos una batería ineludible, no sólo porque ha sido abordado en dos proyectos constitucionales anteriores (Bachelet II y Convención Constitucional 2022), sino porque es la realidad inmanente que vecinas y vecinos del país vivencian, día a día, mes a mes y año a año, en una asimetría material y simbólica en cuanto a la satisfacción de necesidades vitales y sociales, que, no cubiertas, atentan contra la dignidad de la persona humana, como de las colectividades que se emplazan en uno u otro lugar o territorio, del espacio geográfico chileno. Estos aspectos (más otros), sin lugar a duda, son los que le entregan contenido a esta transición político territorial en marcha y, enmarcan la continuidad del proceso constitucional vigente.