El académico señala que estamos metidos en un circo donde hay una especie de show diario, un espectáculo de cuñas, ideas, frases, “un payaseo permanente, donde las únicas reformas que se tramitan son las que tienen apoyo masivo en la opinión pública y donde todo el sistema político queda más o menos arrinconado del mismo lado”. Advierte que la política se ha quedado sin la capacidad de ofrecer un futuro a los chilenos y que, de no producirse cambios relevantes, que los reconecten con la ciudadanía, van a salir todos –de un lado y de otro– trasquilados. Sobre la crisis de seguridad, agrega que Carabineros es parte clave de la solución, pero también del problema y que, si se quiere hacer un trabajo de verdad, hay que aceptar que la institución requiere reformas.