Dos años después del homicidio del cabo de Carabineros Eugenio Naín, una ley lleva su nombre. En cosa de semanas su nombre ha sido citado y repetido innumerables veces. Nunca había estado tan presente su caso desde que cayó muerto, a los 24 años, en La Araucanía, cuando participaba de un procedimiento por un corte de ruta. Su caso judicial ha tomado otro camino. Su viuda Dahianna Pereira confiesa sentir «rabia, impotencia y con ganas de hacer justicia con mis propias manos», esto porque a dos años del homicidio dos de los tres involucrados en el crimen siguen prófugos.