Hace un año, se conmemoraba un 8M ad portas de la llegada al poder de un “gobierno feminista”, el primero de la historia de Chile y de América Latina. Había entusiasmo, euforia en algunos sectores. Tras doce meses, el escenario parece distinto. ¿Descolgados, descolgadas?, o más bien un cambio de estrategia ante la pérdida de glamour del feminismo. Responden tres protagonistas desde distintos frentes. Todas coinciden en que la unidad transversal es la clave: la paridad en política es el mayor avance y ejemplo: «Ya es inamovible y un gran triunfo de hombres y mujeres», opinan.