Haciendo un poco de memoria, también se hablaba de los independientes con mucha esperanza y como no políticos, por lo que harían las cosas bien, al estar supuestamente alejados de cualquier tipo de práctica corrupta y libres de fanatismos ideológicos. Es decir, en ambos casos, tanto en la idealización de los expertos como de los independientes, se ve un desprecio completo hacia los partidos políticos y a las instituciones, lo que termina por dañar cualquier intento de construir un país con una mejor forma de hacer política.