Tratemos de aprovechar la oportunidad histórica: en el cobre, el litio y ojalá el hidrógeno verde, indispensables para enfrentar la emergencia climática global; pensemos en grande, sí, pero dejemos de “fumar opio” con teorías sesenteras que veneran las manufacturas. Y, sobre todo, tomemos decisiones basadas en la evidencia. Eso es lo que debemos enseñar a nuestros estudiantes.