Como señala un documento de GADFA, “la defensa debe ser parte integral del desarrollo de un país, asociada a este, tanto desde el punto de vista de sus capacidades como de su doctrina, las que obviamente deben ser producto de una adecuada planificación de la defensa, que se inicie con la elaboración de una política de defensa para bajar a los ámbitos político estratégico, estratégico conjunto y operacional, convergiendo a un resultado que debe siempre estar asociado a las capacidades económicas, tecnológicas y sociales que el nivel de desarrollo del país provee”.