Un acuerdo administrativo firmado el pasado 10 de marzo entre los partidos de Gobierno, la DC, el PDG e independientes, estableció lo que, hasta hace algunas semanas, era indiscutible, y que decía relación con la instalación de seis periodos legislativos, de ocho meses cada uno, y que diseñaba además la jefatura de las diferentes comisiones que funcionan en la Corporación. Ahora, frente a la real amenaza de que el PDG rompa con su compromiso debido a la incomodidad que genera el nombre de Cariola, que responde a un acuerdo adquirido en otro contexto político, parlamentarios advierten que se trata de una situación particularmente compleja. Esto, entendiendo que si se desahucia este bullado pacto, se borra el diseño administrativo de todas las comisiones, provocando una situación de ingobernabilidad en la Cámara. Además, en La Moneda observan con preocupación que, ante la posibilidad de que Chile Vamos o el PDG consigan los votos necesarios, la derecha podría tener en 2023 la presidencia de las dos Cámaras del Congreso Nacional –entendiendo que en marzo próximo Juan Antonio Coloma (UDI) asume a la cabeza del Senado–. Esto, advierten, podría poner en riesgo el futuro de su alicaída agenda legislativa.