Fue anunciado como un gran proyecto Bicentenario por la ex Presidenta Bachelet y empezó a ser construido en 2015. El compromiso era que iba a estar terminado dos años después, pero la constructora responsable quebró. Desde entonces han pasado varios gobiernos, sin que la obra de 60 millones de dólares tenga actualmente fecha de término. Es más, ni las autoridades del Gobierno de Bachelet ni del ex Presidente Piñera han querido hacerse responsables de las negligencias en su gestión. Desde el MOP, el liberal Juan Carlos García promete echarse al hombro la iniciativa y volver a insistir en las licitaciones, las que hasta ahora no ha tenido interesados en retomar las obras, dado que el precio sería mucho mayor al proyecto licitado. «Si quieren hacer esto está bien, porque en Chile no hay una sala de este calibre. En Sudamérica, tampoco. ¡Pero no la puedes hacer con cuarenta mil millones de pesos! Tienes que contar con dos o tres veces más», señala Ramón López, expresidente del directorio del GAM. Lo cierto que el elefante blanco, que partió siendo una ambiciosa obra vanguardista, hoy se encuentra en ruinas.