En la coalición que agrupa al PC, Frente Amplio y el FRVS miran con cierto escepticismo los beneficios que supone la ratificación del controversial tratado, especialmente por los obstáculos que instalaría a las reformas que necesita el país para mejorar sus estándares laborales y ambientales, entre otros, mientras que en Socialismo Democrático abundan las voces entusiastas con un acuerdo que resultaría clave para acceder a mercados en mejores condiciones arancelarias. La disputa está ahí, latente, reconoció el senador José Miguel Insulza. “Yo no quiero que ocurra eso, y por eso es necesario que la Cancillería avance en la línea de destacar los beneficios que le ha traído a Chile el comercio exterior (…) lo mejor es darle un par de meses más de discusión”, añadió.