Junto con pedir un plan de acción para restaurar los programas de alimentación escolar interrumpidos por la pandemia, la ONU alertó además del «claro riesgo» de hambruna en cuatro países afectados por conflictos —Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen—, en el marco de una crisis global que el jefe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, definió como «un tsunami» de hambre.