El rol del Estado Social cambia drásticamente con respecto al Estado subsidiario, porque mientras en este último el acceso a los servicios básicos queda librado a la capacidad de compra de la persona en el mercado de los derechos sociales, en el marco del Estado social corresponde al Estado garantizar el acceso universal y equitativo a servicios básicos como salud, educación, vivienda y protección social. El Estado es responsable de crear políticas públicas y programas que promuevan la igualdad de oportunidades y reduzcan las desigualdades socioeconómicas. Además, debe asegurar una red de protección social que brinde asistencia a aquellos en situaciones de vulnerabilidad o pobreza, en especial a la mujer trabajadora quien debe asumir un doble rol como productora y cuidadora no remunerada.