La geografía y el Derecho Internacional del siglo XXI parecen estar del lado chileno. Desde este ángulo, ambas disciplinas invitan a demostrar la continuidad del territorio chileno entre la terra firme antártica y los archipiélagos del Cabo de Hornos y Diego Ramírez. Para ello, sin embargo, son necesarias visión de conjunto, voluntad y unidad política. Esto, porque más allá de cualquier duda, esta disputa impacta (e impactará) la relación bilateral, demandando un gran esfuerzo al conjunto de la sociedad chilena.