Tras tres años de investigación —tiempo en el que estuvo en prisión preventiva— el constructor civil Harry Prado Arrué fue condenado a 18 años de cárcel como coautor del asesinato del cabo Oscar Galindo Saravia. Sin embargo, nueva evidencia sugiere que parte de las pruebas incriminatorias habrían sido falsificadas. Tres peritajes privados más uno de la PDI dan cuenta de ello y dieron paso a querellas —presentadas hace un año y medio— por falsificación de instrumento público contra el fiscal que hizo la investigación y tres funcionarios del OS9 de Carabineros. El caso contra el fiscal fue cerrado y hoy la defensa está a la espera de que el tribunal decida su reapertura. Mientras la causa contra los carabineros sigue en investigación.