“Es totalmente contradictorio que en una Reserva Nacional destinada a proteger un ecosistema único se autorice la salmonicultura, que es una de las actividades económicas más destructivas del medioambiente que se conocen en Chile. Esperamos que el llamado de los pueblos originarios sea acogido por el Gobierno y, así, salvar un lugar de enorme importancia ecológica y cultural”, dijo Alex Muñoz Wilson, director de National Geographic Pristine Seas para América Latina.