María de la Luz Hurtado, directora del documental sobre Víctor Jara y Alejandro Sieveking: «Se forjaron como artistas en la complicidad entre amistad y creatividad»

El documental "Éramos tan felices" cuenta la historia de una amistad cruzada por la creación, el compromiso y la tragedia de la historia reciente de Chile. La película que compite en la categoría de documental nacional en el Festival In Edit, relata la historia de Bélgica Castro, Alejandro Sieveking y Víctor Jara, quienes se conocieron en los años 50 en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. A través de entrevistas y un extenso trabajo de archivo, la teórica del teatro, María de la Luz Hurtado y el director Marcelo Porta, realizaron un análisis del trabajo de tres de los artistas más relevantes del teatro y la música chilena de la segunda mitad del siglo XX. En esta entrevista con El Mostrador, la documentalista relata cómo era la amistad que tenían estos tres personajes, "El joven Víctor jara empezó a tocar la guitarra cuando era estudiante de teatro y Alejandro Sieveking le escribe una obra en que lo pone como un folclorista y Víctor dice 'cómo voy a ser folclorista si no sé tocar guitarra'. Todo empieza en el teatro, en esa amistad y en el talento infinito de ellos", sostiene María de la Luz Hurtado. 

El documental «Éramos tan felices» cuenta la historia de una amistad cruzada por la creación, el compromiso y la tragedia de la historia reciente de Chile. La película que compite en la categoría de documental nacional en el Festival In Edit, relata la historia de Bélgica Castro, Alejandro Sieveking y Víctor Jara, quienes se conocieron en los años 50 en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. A través de entrevistas y un extenso trabajo de archivo, la teórica del teatro, María de la Luz Hurtado y el director Marcelo Porta, realizaron un análisis del trabajo de tres de los artistas más relevantes del teatro y la música chilena de la segunda mitad del siglo XX. En esta entrevista con El Mostrador, la documentalista relata cómo era la amistad que tenían estos tres personajes, «El joven Víctor jara empezó a tocar la guitarra cuando era estudiante de teatro y Alejandro Sieveking le escribe una obra en que lo pone como un folclorista y Víctor dice ‘cómo voy a ser folclorista si no sé tocar guitarra’. Todo empieza en el teatro, en esa amistad y en el talento infinito de ellos», sostiene María de la Luz Hurtado. 

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