No cabe duda de que la visita a La Araucanía marcó un punto de inflexión para el Mandatario. Escuchó con la misma inteligencia emocional a lonkos y víctimas de la violencia –por primera vez– y planteó acciones bastante concretas. Incluso, reconoció como un error el acto fallido de la exministra Siches, que –como sabemos– fue el precoz inició de la caída inmediata en las encuestas y el bálsamo de realidad a 48 horas de asumido el mandato. Todo, coronado con una faceta que, seguramente, lo ayudará en su posicionamiento: el de figura que se codea con líderes internacionales, como Xi Jinping –un acierto la invitación que le hizo el líder chino para 2023–, Justin Trudeau o Jacinda Ardern.