Se ha ido normalizado la acción vandálica en calles de nuestras ciudades, como también la agresión a carabineros en enfrentamientos entre estos y tribus urbanas de encapuchados que violentan bienes públicos y saquean comercios. Los agresores que son detenidos quedan en libertad casi inmediata, pues el delito de “maltrato de obra a carabineros” sin provocar lesiones, tiene penas muy bajas y, por lo mismo, no procede la prisión preventiva. ¡Esto no puede ser! Cualquier agresión a un agente de la ley, con o sin lesiones, debería ser severamente sancionada, lo suficiente para merecer la prisión preventiva, por ser el delincuente un peligro para la sociedad. Por supuesto que, habiendo lesiones, las penas deben ser aún más altas, dependiendo de la gravedad de las mismas.