Estas líneas se anclan justamente en el convencimiento que varias de las propuestas contenidas en el proyecto de nueva Constitución son el tipo de respuestas que Chile necesita y no existe razón alguna para abandonarlas. Será por el contrario motivo de particular ocupación la propuesta de Estado Social Democrático de Derecho, que acá y en otros textos sobre la materia, reivindicamos como uno de los logros más significativos del pasado proceso constitucional y, si se prefiere, la mejor síntesis de la historia política y social de Chile de los últimos 50 años.