Algoritmos, inteligencia artificial y desafíos humanos merecen una reflexión. No solo se trata de regular o de prohibir su uso como han hecho algunos países. Junto con el esfuerzo de pensar y avanzar en regulación, en forma paralela se debe investigar para tener herramientas para analizar y entender este fenómeno, explorar desafíos y consecuencias. Es esta generación de conocimiento la que nos permitirá tomar mejores decisiones de políticas públicas que protejan y beneficien a las personas, así como entender y definir las formas en que nos vamos a relacionar con las máquinas, en nuestro presente y su desarrollo futuro.