Hace pocos días se informó por la prensa que el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura le solicitó al Presidente Boric una cierta flexibilización para legalizar, aunque fuera temporalmente, a migrantes que resultan ser indispensables para la producción agrícola. Entiendo que hace algún tiempo algo similar solicitaron las empresas constructoras, ante la escasez de mano de obra especializada en el rubro. Entonces, lo que debemos hacer es diferenciar radicalmente la política migratoria de la política de seguridad ciudadana. Sin embargo, lo que dice el Presidente es justo. Necesitamos saber quiénes son los que habitan en nuestro país. La mejor manera de saberlo realmente es legalizándolos, no solo empadronándolos, atendiendo a su comportamiento ciudadano antes de llegar a Chile y durante su estancia en nuestro país, incorporándolos, de paso, a la indispensable formalidad.