A través de un informe, Contraloría detectó una serie de falencias en los sistemas informáticos de Gendarmería, lo que provocaría, entre otras cosas, el peligro de suplantación de identidades y, como consecuencia, un alto riesgo de fuga de internos. En concreto, la investigación del órgano contralor buscó poner el foco en el correcto funcionamiento del «Sistema de Cotejo de Identidad», el cual, según establece la institución, se utiliza desde el año 2016 para verificar la identidad de las personas que están siendo registradas o abandonando un recinto penal. En 2021, se registraron 14,504 internos que ingresaron y abandonaron el centro penal Santiago Uno. No obstante, sólo en 16 de estos casos se utilizó el «Sistema de Cotejo de Identidad», lo que se traduce en un 0,11% de reclusos.