En este país no se juzga a todos los que hay que juzgar, no se persiguen todos los crímenes que hay que perseguir. Esa tara histórica es la que está saliendo a la luz y se está tratando de abordar. Lo aterrador es que salen a la luz todos los dictadorzuelos que quieren solucionarlo unilateralmente sin resguardar los derechos de uno. Mi derecho, el del carabinero, la senadora Campillai, el delincuente acribillado, el político acusado de corrupción, son iguales. El Estado tiene la obligación de tratarlos como iguales.