El diputado y presidente de Convergencia Social se refiere a la tramitación de las leyes en torno a seguridad, con énfasis en la discusión sobre la legítima defensa privilegiada y cuyo destino esperan, desde el oficialismo, pueda ser favorable a sus pretensiones. Ahora se aferran a la única posibilidad que les resta: la discusión de las indicaciones enviadas por el Gobierno, que comenzará este martes en el Senado. «Hay un reflejo conservador en las propuestas que solo con garrote pretenden corregir situaciones de abandono del Estado. Porque un Estado más fuerte y más presente, con políticas públicas desplegadas en promoción de derechos o en cobertura de servicios básicos, a la larga construye cohesión comunitaria y resguardo de la violencia mediante un colchón social», señala. En este escenario, Ibáñez espera que la agenda mediática generada por la crisis de seguridad no influya negativamente en la percepción ciudadana del proceso constituyente, el que –a su juicio– debe ofrecer certezas, persiguiendo cambios profundos y estructurales, pero con estabilidad.