La experiencia internacional señala que no es factible aplicar ajustes paramétricos que signifiquen reducir beneficios del sistema de pensiones. Cuando los sistemas pasan a ser insostenibles, por lo general se dan alzas de las cotizaciones. Ejemplo de ello, es España que tiró por la borda los factores de sustentabilidad y aplicó un aumento de impuesto al trabajo para hacer sostenible el sistema. ¿Y sobre la edad? Lo sucedido en Francia nos lleva a que un aumento mínimo de la edad de pensión es capaz de causar crisis en el sistema político de, incluso, una potencia mundial.