Emergencia habitacional: las nuevas caras de una crisis en curso

El problema de la vivienda está indudablemente enlazado con la crisis económica que atraviesan cientos de miles de estas familias. La inflación galopante, las alzas de precios, el deterioro de los sueldos reales y la ausencia de medidas que defiendan el bolsillo de los pobladores evidentemente están arrasando con la posibilidad de acceso a la vivienda. A la gente que no le alcanza para llegar bien a fin de mes, mucho menos le alcanza para ahorrar. En las poblaciones, la inflación se traduce rápidamente en aumento del hacinamiento, ya que es cada vez más difícil pagar arriendo. Tampoco sabemos ni medimos cómo impacta el hacinamiento en la calidad de vida de niños, niñas y adolescentes. 

El problema de la vivienda está indudablemente enlazado con la crisis económica que atraviesan cientos de miles de estas familias. La inflación galopante, las alzas de precios, el deterioro de los sueldos reales y la ausencia de medidas que defiendan el bolsillo de los pobladores evidentemente están arrasando con la posibilidad de acceso a la vivienda. A la gente que no le alcanza para llegar bien a fin de mes, mucho menos le alcanza para ahorrar. En las poblaciones, la inflación se traduce rápidamente en aumento del hacinamiento, ya que es cada vez más difícil pagar arriendo. Tampoco sabemos ni medimos cómo impacta el hacinamiento en la calidad de vida de niños, niñas y adolescentes. 

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