Tras el último cambio de gabinete, fue el Ministerio de Relaciones Exteriores el que sufrió la cirugía mayor. Toda la primera plana fue cambiada, dando una fuerte señal de reacomodo. Larga es la lista de errores y polémicas que fueron minando la confianza y la imagen de la Cancillería. La llegada de un “hombre transversal”, en todo el sentido de la palabra, abre esperanzas. ¿Cambios?, golpe de timón? Nada de eso. El nuevo canciller, Alberto Van Klaveren (cercano al PPD), es bienvenido por un amplio arco político y académico relacionado con política exterior, pasando por feministas y el Segundo Piso de La Moneda.