Desde distintos lugares, identidades y realidades, la ciudadanía reclama protección, en un sentido muy amplio, que comprende desde la seguridad pública hasta la justicia social. En ello encontramos un elemento clave de unidad que los chilenos y chilenas proponen (proponemos) para rearticularnos como comunidad política. Por lo mismo, el desafío radica en generar una propuesta que se haga cargo de este elemento, sin llegar a convertirse en un programa político estático. La invitación entonces es a trabajar por encontrar una fórmula constitucional que combine protección y apertura hacia el futuro.