Celebrando 23 años de trayectoria, el evento cultural presentado por Escondida | BHP y Fundación Teatro a Mil se reencontró con el público de forma presencial en torno a una programación de artes escénicas regional, nacional e internacional.
Con 23 funciones en Antofagasta, Mejillones, San Pedro de Atacama y Calama, el Festival Internacional Antof a Mil celebró sus 23 años de trayectoria. Fueron 11 días de una completa programación y espectáculos de alto nivel que convocó a más de 11 mil personas.
“Esta versión nos permitió volver a conectarnos en el espacio público como lugar de transformación social, propósito que hemos mantenido desde el inicio de este proyecto”, indicó Cristóbal Marshall, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Escondida | BHP.
Continuando con su sello descentralizador de las artes, la versión número 30 de Antof a Mil llenó con teatro, pantomima, pasacalle y danza, distintos espacios públicos de la región de Antofagasta, así como teatros tradicionales y emergentes.
Carmen Romero, directora general de Fundación Teatro a Mil, comentó que “uno de nuestros esfuerzos constantes en estos 30 años de historia ha estado en llegar a más públicos y presentar artes escénicas en todas las regiones del país. Llevamos 23 años con la extensión, que es sinónimo de visibilidad y reconocimiento para los artistas y la cultura de la región”.
Antof a Mil, presentado por Escondida | BHP y Fundación Teatro a Mil, contó con la presencia de más de 88 artistas y técnicos de artes escénicas de Chile, Corea del Sur, Ucrania y España-Cataluña.
Un breve recorrido por lo que fue Antof a Mil 2023
El teatro callejero La Pichintún, de la directora Mariana Muñoz, fue el encargado de abrir la versión 2023 de Antof a Mil, que luego de su paso por Antofagasta se dirigió hasta Mejillones y San Pedro de Atacama.
Por su parte, los actores Marcelo Alonso y Francisco Reyes, protagonistas de Encuentros breves con hombres repulsivos tuvieron una función a tablero vuelto, seguida de un conversatorio post-función con el público.
En tanto, Guerra de papel, deslumbró a grandes y pequeños, quienes disfrutaron por igual con la compañía ucraniana Mimirichi, la que además compartió junto a niños y niñas del campamento La Chimba de Antofagasta, quienes aprendieron técnicas de pantomima, respiración y movimientos escénicos.
También como parte de la cartelera internacional aterrizó en Antof a Mil la compañía catalana Insectotròpics, presentando Orpheus y El increíble viaje de Caperucita Galáctica.
“Es brutal el público infantil en Chile. Estamos alucinados” aseguró Xanu, cofundador de Insectotròpics. “Después de escuchar sus respuestas e interacciones, yo ya me doy por pagado toda la vida”, agregó.
Almagesto, la luz de las estrellas, dirigida por Pamela Meneses y llevada a escena por la compañía Alma Reina Teatro, volvió a emocionar al público. Por su parte, la obra Camarín de Ludo Teatro, dirigida por Claudio Sibila, tuvo tres jornadas de función a sala llena en Teatro Demoler.
Por último, la obra La pieza, de la Compañía Eterno Teatro, bajo la dirección de Marcelo Dubó, transportó a los asistentes a un mundo lleno de suspenso con sala a tablero vuelto en Teatro Demoler.
La versión 2023 cerró de manera magistral con la destacada coreógrafa y bailarina surcoreana Eun-Me Ahn y su fascinante obra de danza Dragons, sumado a las tres funciones de ¡José Saavedra, presente!, proyecto del director Holofernes Noria y la Compañía de Teatro Patrimonial.
También, hubo montajes que se complementaron con la programación de LAB Escénico, conectando a niños, jóvenes y adultos, con las técnicas de las artes escénicas y nuevos lenguajes, de forma gratuita y liberada.
Entre ellos destacan el taller realizado en torno a La Pichintún para estudiantes de la Escuela Juan Pablo II y el workshop dirigido por Amalá Saint-Pierre y Pablo Schwarz sobre el método de Petrer Brook para profesionales y estudiantes de artes escénicas de la región.
“Nos interesa generar instancias a través de mediación, los conversatorios o talleres donde las audiencias puedan expresar, preguntar y tengan la oportunidad de hacer una conexión final, íntegra de todo el espectáculo y entenderlo como una experiencia no solo que se ve, sino que se vive y que atraviesa nuestras vidas”, explicó Pamela Trujillo, coordinadora de LAB Escénico en Antofagasta.