Nuestros oficiales y suboficiales del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, han sido capaces de comandar unidades multinacionales y desempeñarse en cuarteles generales con países desarrollados, participan en instancias de formación militar y civil en Chile y el extranjero —tanto como profesores como en condición de alumnos—, cumplen con las tareas que la Constitución, las leyes y las autoridades competentes les asignan, todo con una positiva evaluación. Lo anterior, no ha sido por que han tenido suerte o las circunstancias los han favorecido, si no que por que han llevado adelante su labor con una adecuada y desafiante formación profesional recibida en las escuelas institucionales.