El único curso posible está en partir reconociendo lo más básico: la ciudadanía rechazó rotundamente la refundación del país. La coyuntura adversa en que estamos, buena parte autoinfligida, ya llegó y habrá que enfrentarla, pero el verdadero desafío está en el mediano y largo plazo que el 62% del Rechazo del 4 de septiembre pasado ya demarcó; en fortalecer los incentivos para crecer y desarrollarse; en velar genuinamente por la recuperación de la paz social y la verdadera autoridad, aquella que no se obtiene por decreto sino más bien por aptitud. Bajo esas condiciones, el fisco va a ser excedentario, para sorpresa de muchos.