Compuesto por 35 capítulos, el libro entrega una suerte de bitácora en la que el músico narra aspectos de su trayectoria y cotidianidad, utilizando códigos que han sido parte de su vida: el surf, la música, el skateboard, el veganismo, las películas clase B, los libros. “Soy un artista trasho, escritor, antipoeta, new wave, rocker, pop, hispanohablante”, se autodefine el autor, desnudando su naturaleza hiperactiva y pasional.