Construir una Paz de verdad, implica que el Estado y los privados asuman su responsabilidad, tal como lo señaló hace 21 años el Informe de Verdad Histórica y Nuevo Trato. Y no se trata de recursos fiscales reasignados para financiar obras, sino de construir un compromiso fiscal para sufragar el costo de la Paz. Sí, la Paz no es gratis. Nunca ha sido gratis, en ningún proceso. Y si Chile quiere terminar con las violencias en el sur, la Paz con el pueblo Mapuche tiene un costo. Esto requiere voluntad política y compromiso público a nivel Gobierno-empresas-Congreso-ciudadanía.