El factor climático será decisivo, jugándose con temperaturas que pueden llegar a los 40 grados, más allá de la climatización de los modernos recintos, encuentra a la gran mayoría de los futbolistas en una etapa de estrés físico y emocional enorme. Habitualmente los mundiales se juegan en junio-julio y este cambio, tiene a los directores técnicos nacionales, con la planificación justa y sin margen de error. Prácticamente todas las selecciones se reunirán por completo seis o siete días antes del inicio.