Lejos de aquietarse están las aguas por la ventaja que estaría tomando el abogado Ángel Valencia Vásquez en la carrera por convertirse en el próximo Fiscal Nacional. Diez de los diecisiete ministros supremos que votaron por él fueron designados en sus cargos durante los gobiernos de Sebastián Piñera (RN). Su participación como abogado defensor en casos de connotación pública ha abierto un intenso debate ético, referido a conflictos de intereses e incompatibilidades, así como a la idoneidad de que un abogado que ha dedicado gran parte de su trayectoria a defender a personas imputadas por delitos de la más diversa índole, pueda ahora estar a la cabeza del Ministerio Público. Es abogado de Miguel Piñera Echenique y ha estado vinculado a las defensas de imputados en escándalos como el financiamiento ilegal de la política, en el caso Corpesca; también, el megafraude al fisco en el marco del «Pacogate»; y, recientemente, en la causa por violaciones a los derechos humanos que se sigue contra distintas autoridades ministeriales que ejercían durante el estallido social y en que está como principal querellado, precisamente, el ex Presidente Piñera. Esta es la madre de las preocupaciones en el entorno piñerista.