La jefa de la oficina, Gloria Lillo, confiesa que el objetivo es ambicioso: impulsar allí sectores productivos innovadores y sustentables, trabajo decente, equidad territorial e intergeneracional y justicia social y ambiental, con comités locales y articulación entre Gobierno y sector privado. La funcionaria además espera que este enfoque se convierta en una política de Estado, con permanencia en el tiempo. «El trabajo que está desarrollando esta oficina responde a necesidades muy sentidas a nivel local y nacional desde hace muchos años, por lo que las soluciones que puedan emerger desde acá deberían tener una continuidad en el tiempo, al empoderar la toma de decisión de escala local y mejorar la coordinación intersectorial a escala nacional. Estamos convencidos de que estos son objetivos deseables independientemente del color político del Gobierno de turno», afirma. «Queremos llegar para lograr un equilibrio ecológico y donde se permita el bienestar físico, mental y social de las personas», señala.