Por qué el impuesto al patrimonio es una mala idea

Cabe esperar que la autoridad no solo atienda los efectos inmediatos y visibles de la reforma tributaria propuesta, pues, como habría remarcado el francés Bastiat, es en los efectos menos evidentes donde se cultivan los desastres. El impuesto al patrimonio es una mala idea, y si el espíritu del Gobierno está en impulsar un verdadero pacto tributario, es tiempo de comenzar a escuchar argumentos e impulsar medidas con un sólido respaldo en la evidencia y la experiencia internacional. 

Cabe esperar que la autoridad no solo atienda los efectos inmediatos y visibles de la reforma tributaria propuesta, pues, como habría remarcado el francés Bastiat, es en los efectos menos evidentes donde se cultivan los desastres. El impuesto al patrimonio es una mala idea, y si el espíritu del Gobierno está en impulsar un verdadero pacto tributario, es tiempo de comenzar a escuchar argumentos e impulsar medidas con un sólido respaldo en la evidencia y la experiencia internacional. 

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