Entre los 400 mil documentos filtrados por el grupo de hackers «Guacamaya» —hecho que tiene al Ministerio de Defensa actualmente en reuniones con altos mandos de las Fuerzas Armadas— se encuentran comunicaciones internas entre autoridades del gobierno anterior y los Jefes de la Defensa Nacional, junto a detalles de los gastos operacionales de la institución castrense, y deficiencias en las labores de Inteligencia. Entre los correos, hay una conversación con el entonces Subsecretario de Defensa Cristián De La Maza, donde se acuerda que «se debe tener un especial cuidado con producir un segundo Catrillanca». Los generales también manifestaron su preocupación por los aspectos comunicacionales, solicitando referirse a los hechos de violencia como «delincuencia-terrorista» y una «batalla comunicacional» para que a las Fuerzas Armadas «les vaya bien en las actividades que se están desarrollando». Ante el ciberataque, el presidente del Consejo para la Transferencia, Francisco Leturia, anunció el envío de un oficio solicitando información sobre este incidente con el fin de conocer qué tipo de información fue la filtrada.