Luego de dos años de pandemia, regresó la tradicional fiesta de San Pedro y San Pablo. Con una misa en la caleta pesquera, realizada por el obispo Moisés Atisha, los pescadores agradecieron y solicitaron a los santos patronos protección y abundancia para su trabajo. Durante la ceremonia se bendijeron de manera simbólica remos, un salvavidas y pescado. En la festividad hubo bailes religiosos y se realizó una procesión en el mar.
El gobernador regional, Jorge Díaz Ibarra, comentó que «después de 2 años de pandemia vuelven a salir a todo el borde costero. En un recorrido que con mucha fe hacen los pescadores para que los bendigan con nuevos productos del mar y los ayude a que sea un buen año, sin accidentes en alta mar. Estuvimos acompañando a los sindicatos de trabajadores y trabajadoras del mar, para que este año sea un muy buen año junto a sus patronos».
El secretario del Sindicato de Pescadores Artesanales, Sergio Guerrero, dijo que «San Pedro y San Pablo son los patronos que nos cuidan y nos protegen cada vez que salimos al mar. El hecho de que no esté San Pablo este año es porque en la empresa que estaba, hubo un brote de Covid. Entonces por seguridad no lo trajeron, pero en general todos los años celebramos a San Pedro y San Pablo, este año desgraciadamente por la pandemia no hizo una mala jugada».
Añadió que «lo único que le pedimos es que nos proteja cada vez que salimos y que pueda haber un poco más de recursos, ya que la pesca artesanal de consumo humano está desapareciendo por la depredación que tiene la industria».