Francisca Mardones, campeona paralímpica de Tokyo 2020, relató a través de Twitter la mala experiencia que vivió en un supermercado de Vitacura precisamente el día en que se llevó a cabo la Teletón.
A través de la red social Francisca relató: “Hace un rato fui sola al supermercado, al salir y llegar a la escalera automática le digo a un hombre de aproximadamente 35 años ‘¿hola te puedo pedir un favor?’. Me mira de reojo, ve mi silla y despectivamente me dice ‘no tengo plata’ y se va”.
“Sentí una tremenda impotencia, ya que solo quería pedirle ayuda para que no se me cayeran las bolsas, no le estaba pidiendo limosna”, agregó.
«Me sentí molesta, dolida»
Posteriormente, en una entrevista con LUN, recordó sobre ese día que «justo no había nadie en ese momento. Después esperé a que apareciera otra persona y me ayudó sin problemas. Yo siempre pregunto si tienen la disposición de ayudarme y rara vez me pasan situaciones así de discriminación, generalmente es al revés, la gente es muy amable conmigo».
Cabe señalar que la deportista sufrió un accidente en 1999 cuando trabajaba en un hotel de Islas Vírgenes y el huracán Lenny golpeó la zona. Desde ese momento se desplaza en silla de ruedas.
Sobre qué la motivó a contar su historia en Twitter, Mardones manifestó que «no es el deber de nadie ayudar al otro por el simple hecho de tener una discapacidad. La gente se acerca voluntariamente y es rico que tengan esas ganas de colaborar, pero fue bien desagradable porque la persona asoció mi silla de ruedas con estar pidiendo limosna».
«Me sentí molesta, dolida y justo era el día de la Teletón. Es como fuerte, uno piensa cómo será el resto del año. Simplemente, iba a pedirle si me podía tomar las bolsas, ayudarme un par de metros y listo. Tenía todo el derecho de decirme ‘no te puedo ayudar’ o ‘no estoy con tiempo’. Lo que me molestó fue que no alcancé a decirle nada y me respondió ‘no tengo plata'», expresó.
«No me dolió que no me ayudara, sino la falta de empatía. Eso también refleja muchas veces que entre nosotros mismos no nos damos el tiempo de comunicarnos. No sé si la persona venía de un mal día, pero creo que nada lo justifica. Creo que es importante salir un poco de nuestro propio mundo para mirar alrededor, ver qué pasa, si hay alguien alrededor que necesita ayuda o no», concluyó.
